La esgrima adaptada es un deporte clásico que exige precisión, técnica y
estilo. Se practica con la silla de ruedas anclada al suelo, lo que permite mayor libertad de movimientos en los brazos. Para compensar la falta de movilidad, los tiradores paralímpicos llegan a
desarrollar un altísimo nivel en la técnica de mano. Los deportistas practican las modalidades de florete, espada y sable y están divididos en 3 clases por su diversidad funcional. Este deporte
permite desarrollar una increíble agilidad y estimula los reflejos de forma sorprendente.