El triatlón hará su debut paralímpico en los Juegos de Río de Janeiro 2016, tras ser aprobada su inclusión por el Comité Paralímpico Internacional en diciembre de 2010.

 

Como en el triatlón practicado por personas sin discapacidad, las pruebas constan de tres disciplinas: natación en aguas abiertas, ciclismo en ruta y carrera a pie.

 

En cada una de ellas, el material utilizado puede variar dependiendo de las necesidades del deportista. Así, en el ciclismo se pueden utilizar bicicletas de mano, bicicleta convencional con o sin adaptaciones, tándem o triciclo. En el tramo de carrera, están permitidas las muletas, sillas de ruedas, prótesis o arnés. Los atletas ciegos, además, deberán competir con un guía.

Aunque la clasificación funcional y el programa de competición de Río 2016 aún deben ser aprobados por la Federación Internacional de Triatlón, máximo órgano mundial de la disciplina paralímpica, y por el Comité Paralímpico Internacional, la propuesta inicial es hacer un único triatlón que conste de 750 metros a nado, 20 kilómetros en bicicleta y 5 kilómetros de carrera.

 

En él, podrían participar las cinco clases que existen hasta el momento, establecidas en función del tipo y grado de discapacidad:

Toni Franco. PT3PT1: deportistas con paraplejia, tetraplejia, polio, doble amputación de piernas o cualquier otra discapacidad que les impida utilizar las extremidades inferiores. Deberán utilizar bicicleta de mano y silla de ruedas para el tramo de carrera.

 

PT2, PT3 y PT4: triatletas con discapacidad física o parálisis cerebral clasificados en función de su capacidad funcional, desde los más afectados (PT2) a los más levesc (PT4). Pueden correr, aunque sea con ayuda de prótesis o bastones, y utilizar una bicileta convencional, con adaptaciones o un triciclo.

 

 

PT5: deportistas con discapacidad visual, total o parcial, que deben ir acompañados obligatoriamente por un guía de su mismo sexo. Utilizarán tándem en el tramo de ciclismo